Pages - Menu

viernes, 9 de noviembre de 2012

Una historia que contar...10

El hechicero solo quería poder y no le importaba a quien tuviera que destruir y se se tenia que convertir en una princesa para poder enamorar a un príncipe, casarse con él, matarlo y ponerse en su lugar, lo haría.
La princesa ajena al verdadero plan del hechicero empezó a quedar a escondidas con Leandro. Aunque Sabían que estaba mal pues ella se casaba, pero eran tantas las ganas  que no se aguantaban. Llego el momento de la boda, solo unos días faltaban y el hechicero no llegaba, pero llego una carta y con ella una flor, pues eso es todo lo que recordaba Joana porque después de eso solo veía rejas.
Todo había sido obra del hechicero que en vez de matarla la había encerrado en una de las torres más altas de todo el castillo.
Cada intento de salir la dejaba más agotada: toda su vitalidad se escapaba. Lo único que la hizo mantenerse medio bien era el recuerdo de su amado.
Recordaba todos los momentos, una y otra vez. Pero había algo que la entristecía pues él se olvidaría de ella y ella encerrada estaría.
Cuando pensaba que no podría estar con él, no poder hablar y hablar durante horas, sus besos, sus caricias, el calor de su cuerpo... que todo eso le pertenecería a otra que no era ella, todo aquello la mataba por dentro.
Cada día que pasaba más débil se sentía. Uno de esos días el hechicero fue a verla:

-¿Cómo se encuentra ex-princesa? 
+Agotada
-No te preocupes pues pronto tu suplicio acabara
+¿Qué estas haciendo conmigo?
-Cobrarme la deuda aunque con intereses.
+Pero hicimos un trato...
-Oh si, ¿y? Sin querer se rompió y ahora me lo estoy cobrando.
+Me engañaste
-Si, cierto, pero al menos piensa que ahora todos viven felices y yo seré el futuro rey.
+Pero yo no soy feliz
-Ya, esa es la única pega pero bueno nada es perfecto.
+¿Y Leandro?
-Pues feliz como era de esperar. Conoció a una nueva amiguita, es muy bella e inteligente no como tu.
+¡Calla!Q

-¿Te duele la realidad?
+ Déjame sola
-Responde

+No, no me duele 
-Mentirosa, pero ya te dolerá cuando escuches las campanadas de la boda
+¿Se casar?
-Si, bueno te dejo que tengo que ayudarles con los preparativos. 

El hechicero salio por la puerta con una risa burlesca mientras Joana se le partía el alma. ¿Como le pudo haber echo eso? ¿Tan rápido la olvido? ¿Donde quedo lo de huir juntos?
La realidad hablaba por si misma, todo había acabado para ella, ya no le importaba morir...





No hay comentarios:

Publicar un comentario